Home Fútbol Liga MX La experiencia de Emanuel Montejano en el Estadio Azteca pone de relieve el problema de la violencia de los aficionados

A menudo se considera a los aficionados como el corazón y el alma de cualquier equipo deportivo. Aportan energía, emoción y pasión al juego. Pero a veces esta pasión puede convertirse en violencia, como se ha visto en el reciente incidente protagonizado por Emanuel Montejano, jugador de los Pumas Sub-20. Montejano acudió a las redes sociales para denunciar las amenazas que recibió por parte de aficionados durante un partido en el Estadio Azteca. Como aficionados, tenemos la responsabilidad no sólo de apoyar a nuestros equipos, sino también de tratar a los demás con respeto y amabilidad. Este incidente pone de relieve el problema de la violencia de los aficionados en el deporte y la necesidad de un cambio en la cultura de los aficionados.

Los hechos del partido tuvieron lugar el 4 de septiembre de 2021, cuando el Club América y los Pumas Sub-20 se enfrentaron en el emblemático Estadio Azteca de Ciudad de México. Montejano, quien no vestía los colores del Club América, pronto fue blanco de un grupo de ocho personas con playeras de “La Banda del Pebetero”. Los agresores gritaron insultos y amenazas a Montejano, exigiéndole que abandonara el estadio antes de que empezara el partido.

La situación se agravó rápidamente y la integridad física de Montejano se convirtió en un grave problema. Afortunadamente, el personal del estadio intervino para trasladarlo a él y a su familia a un lugar seguro. Montejano, que forma parte de los Pumas desde que tenía once años, se sintió profundamente dolido por el incidente. Utilizó las redes sociales para expresar su decepción y denunciar las acciones de los hinchas.

Lamentablemente, la violencia de los hinchas en el deporte no es un fenómeno nuevo. En algunos casos se ha convertido en parte de la cultura de los hinchas, e incluso ha provocado incidentes trágicos. Es esencial darse cuenta de que asistir a un acontecimiento deportivo no da derecho a nadie a actuar ilegalmente ni a amenazar la seguridad de los demás. Un aficionado que paga dinero por ver un partido no tiene derecho a comportarse como desee.

Los recientes acontecimientos en el Estadio Azteca son sólo otro ejemplo de violencia entre aficionados que debe abordarse. Además, los clubes también tienen la responsabilidad de vigilar y controlar el comportamiento de sus aficionados. Los clubes deben tomar las medidas necesarias, como la instalación de CCTV en los estadios, para identificar a los aficionados violentos y tomar medidas inmediatas contra ellos.

El deporte tiene el poder de unir a personas de distintos orígenes, inspirar a la gente para que alcance sus sueños y proporcionar entretenimiento. Pero es esencial asegurarse de que la cultura de la afición no se convierta en fanatismo. La afición de un equipo es un aspecto esencial que define su identidad, y no debe verse empañada por las acciones de unos pocos irresponsables. Los aficionados deben comprender la gravedad de sus actos y cómo pueden perjudicar a los demás. Este incidente con Emanuel Montejano es una llamada de atención para todos los implicados en el deporte y pone de relieve la necesidad de un cambio en la cultura de los aficionados. Como aficionados, debemos defender los valores del respeto y la deportividad y tratarnos con amabilidad y empatía tanto dentro como fuera del campo.

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