Nacho Ambriz, entrenador de los Diablos Rojos, es un hombre que cree que nada es imposible. Sabe que en el fútbol todos tocan fondo antes de llegar a lo más alto. Este fin de semana, su equipo sufrió una dolorosa derrota ante Tigres, con un marcador de 4-1. A pesar de esto, el entrenador ya está fijando sus ojos en el próximo partido, recordando a sus jugadores que deben prepararse para el partido de vuelta. En esta entrada del blog analizamos lo que dijo el entrenador después del partido.
Ambriz reconoce que su equipo tuvo algunos días flojos y cometió algunos errores costosos en el partido contra Tigres. Señaló la necesidad de hacer autocrítica y reconstruir. Su profesionalismo brilló al elogiar al rival y destacar lo que su equipo puede aprender del partido. Es esta actitud la que le ha granjeado el cariño de muchos aficionados de todo el mundo. Cree que nunca hay que rendirse, ni siquiera en los momentos más oscuros.
A pesar de no haber podido marcar un segundo gol, Ambriz reafirma que no hay más remedio que mantener la calma y preparar el próximo partido en el Nemesio Díez. Su mensaje a sus jugadores es que mantengan la cabeza alta y luchen más. Para él, se trata de mantener la concentración, incluso cuando el mundo parece derrumbarse. Su forma de afrontar una crisis es inspiradora para aficionados de todos los equipos y edades.
Ambriz bromeó con sacudir a los jugadores para hacerles reaccionar tras las informaciones sobre un vestuario destrozado. Sin embargo, insiste en la necesidad de ceñirse al plan y prepararse para el próximo partido. Sabe que reaccionar exageradamente ante una mala situación puede causar más daño que el percance inicial. Permitir que prevalezca la calma le ayuda a pensar con lógica y a tomar decisiones acertadas que benefician al rendimiento del equipo sobre el terreno de juego.
Ambriz comprende la importancia de la unión con su equipo para crear un ambiente ganador. Cree que un equipo que trabaja bien junto tiene más probabilidades de éxito. Anima a sus jugadores a ser disciplinados a la vez que se divierten, asegurándose de que mantienen los valores del trabajo en equipo y la confianza. Ha demostrado, una y otra vez, que sus jugadores le respetan y confían en su criterio.
Ambriz es un entrenador que ejemplifica la actitud de no rendirse nunca. Es un mentor que cree que con trabajo duro, concentración y disciplina, todo es posible. Esta filosofía le ha ayudado a convertir situaciones difíciles en oportunidades de aprendizaje que han llevado a su equipo al éxito final. Tanto los aficionados de los Diablos Rojos como los jugadores pueden aprender mucho de su forma de entender el fútbol. Sin duda, Nacho Ambriz seguirá siendo una inspiración para la Liga Mexicana y los aficionados de todo el mundo en los años venideros.